Hace casi dos años que colgué mi último
post.
Podría argumentar muchas razones
para “justificar” esta prolongada
ausencia, pero la realidad, la cruda realidad es que no seguí con este ¿experimento? por que no tenía nada que decir. La mente humana es torticera y, a veces, sin
desearlo, te lleva por caminos en los que deseas ir, emulando a Machado, ligero, muy ligero de equipaje.
Pido disculpas si con mi actitud
a alguien ofendí o molesté, pero …. fue sin intención
No se cuanto puede durar esto. Si
se que me llena escribir, y este es un medio
que, modestamente, me parece adecuado para plasmar sentimientos, ideas o
cualquier tontería que a uno se le pueda ocurrir (que nadie se de por aludido,
hablo de mi).
Y dicho esto recomenzamos
UN DÍA CUALQUIERA
Como un día cualquiera, el despertador
suena a las 6,30.
Como un día
cualquiera, empiezo a buscar un motivo,
uno solo, por el que merezca la pena levantarme.
Mi abotargada mente se resiste, se aferra a ese estado en
el que el reposo no provoca dolor.
Desde hace tiempo, la noche, mi fiel
y destructora compañera, llena mi vacío cediéndome parte de su oscuridad, aunque el precio que
pago por ello sea muy alto.
De forma mecánica, mi parte
consciente me empuja a levantarme. No enciendo la luz de la mesita de
noche. La leve claridad que entra por la
ventana, intenta ganarle la batalla a la penumbra y es suficiente para no tropezar
con los muebles del dormitorio.
Desde hace tiempo, intento soslayar
cualquier acción que acelere el proceso de despertarme. Es algo subconsciente, el
cuerpo humano evita cualquier situación en la que sabe que va a sufrir. Y para
mi estar despierto implica sufrimiento.
El timbre del microondas me
sobresalta, al avisarme del transcurso del minuto de rigor para poder tomar el
café a una temperatura aceptable.
Ya es irremediable, estoy despierto
y los primeros síntomas empiezan a hacer su aparición. El nudo en la garganta,
el pinchazo en la zona torácica, la angustia…. después vendrán otros.
El primer cigarrillo, lo consumo sin
apenas darme cuenta y enciendo el siguiente. Las volutas de humo adoptan formas
caprichosas, las observo mientras espero. Los sorbos de café se suceden
mecánicamente mientras la pequeña radio intenta
captar mi atención escupiendo con
énfasis toda suerte de noticias, a cual mas desalentadora, pero mi mente, mi
procelosa y retorcida mente esta en otra dimensión.
Te veo junto a mi, en ese pequeño mostrador de la cocina,
tomando juntos el primer café del día, con la bata entre abierta que deja ver
parte de tu desnudez y que con un pudor absurdo intentas tapar. Me recuerda los
momentos en que, horas antes, nuestros cuerpo se fundieron en uno. Te veo sonreír mientras me miras, con esa sonrisa
franca, sincera que me pone en serios
aprietos para no llamar al trabajo diciendo que estoy enfermo.
Y en un instante todo desaparece.
Miro a través de la ventana. Los
árboles del parque me devuelven a la realidad y el viento los mece como si
quisieran ofrecerme su consuelo.
Escucho los primeros trinos de los pájaros y
mis ojos, ajenos a mi deseo, se tornan cristalinos hasta formar las primeras
lágrimas del día.
De un día cualquiera
Sin ti
Fotografia: Devian Art
1 comentario:
Bienvenido como una ola.
...calentando motores para entrar al nuevo año??
Shinta
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