Cuando escribo esto es día 7 del mes 7, quizás el día más mágico del año, al menos para mi.
El 7 es el numero mágico por excelencia
Este número no tendría nada de particular a no ser por lo que me ocurrió, hace ya bastantes años, en lo que prometía ser una divertida sesión de ouija entre amigos, un “juego” que traeria consecuencias y cuya practica se toma demasiado a menudo con ligereza.
Fue en los 80. Estábamos en mi casa una tarde de domingo del mes de abril. Mi hermana Rebeca, que estudiaba Arquitectura en Barcelona con otro compañero de nuestra ciudad, Juan, su novia Coral, una amiga común, Carmen, mi novia Marta y yo.
A Carmen la llamábamos coloquialmente "bruja" porque tenía una facilidad pasmosa para leer las cartas del Tarot. A mi, me interesaba todo lo relacionado con la parapsicología, por lo que había empezado a iniciarme en la práctica de algunos de los campos que la componen Tarot, lectura de la mano, psicofonías, escritura automática y........ ouija.
A veces sientes tener una destreza, una facilidad para hacer cosas que a otros les cuesta mucho esfuerzo o no consiguen hacer. A mi me ocurría eso con lo paranormal. Soy pragmático y racional, pero tengo la mente abierta. Por eso siempre intento racionalizar los hechos que me ocurren. Buscar una explicación lógica a lo que me pase. Aquí fui incapaz de encontrarla
Siempre he tenido una atracción especial por lo misterioso e inexplicable. Puede ser consecuencia de un acontecimiento de mi mas tierna infancia, no lo se.
Siendo bebe, contraje una enfermedad que fue agravando mi estado de salud. No recuerdo si se llego a saber la causa. La medicina de la época no era capaz de conseguir que mejorase. Mis padres vivían en una casa de campo entre dos pueblos. Pienso que el sufrimiento de mi madre, viendo como su primer hijo iba, poco a poco, empeorando y sin recibir siquiera la ilusion de la esperanza por parte de los médicos o de la gente que te puede dar consuelo tuvo que ser angustioso
En casa estaban esperando mi muerte inminente, pero mi madre no se resignaba, así que, cuando ya estaba todo perdido, recurrió a una señora de la que le habían hablado.
Cuando todo esta perdido cualquier cosa puede ayudar
Era una curandera con cierta fama. Una mujer, como muchas, de la que se hablaba en privado y que casi nadie reconocía haber utilizado sus servicios. Vino a la casa de mis padres de madrugada, cuando mi estado ya era critico. Pidió quedarse a solas conmigo y al cabo de una hora salió de la habitación.
Comunicó a mis padres que me salvaría.
A partir de la mañana siguiente empecé a mejorar.
Los médicos horas antes dijeron a mis padres que avisasen a un sacerdote. Este me dio la extremaunción y pidió "resignación cristiana" a una madre que veía como su hijo de corta edad estaba muriendo.
Ni mi madre supo nunca que me hizo aquella buena mujer, ni los médicos daban crédito a que yo estuviese vivo.......pero aquí sigo.
Aquél domingo tuve la “feliz” idea de proponer una sesión de ouija para pasar el rato. La idea gustó a todos excepto a Coral y a mi novia Marta.
Después de insistir un poco aceptaron a regañadientes.
Habíamos participado anteriormente en otras sesiones y sabíamos lo que había que hacer.
En el salón de mi casa había una mesa redonda, en torno a la cual nos fuimos sentando. Yo tenía preparados recortes con las letras del alfabeto, los números del 1 al 10, y las palabras hola y adiós. No tenia un tablero de ouija al uso, pero no hacia falta.
Estaba anocheciendo, encendí alguna vela, puse luz indirecta para crear ambiente, extendimos las letras y los números formando un círculo alrededor de la mesa. En el interior pusimos las palabras hola y adiós y en el centro del círculo un vaso de vidrio ligero.
Todos apoyamos levemente un dedo en el vaso y nos concentramos durante unos segundos.
Enseguida, el vaso empezó a moverse, al principio lentamente pero poco a poco fue aumentando su velocidad, de forma que era bastante complicado seguirlo por parte de todos.
A pesar de lo evidente, iniciamos el ritual con la pregunta
- ¿Estas aquí?
El vaso se desplazo rápidamente hacia el SI.
Siguiente pregunta
- ¿Quién eres?
Nuevos movimientos hasta rozar las letras y formar palabras
- QUE SE VAYA CORAL
Después de formar la frase, el vaso se situó en el centro de la mesa y dejó de moverse. Todos nos miramos en silencio, hasta que Coral dijo
- Es que yo no creo en estas cosas, lo estáis moviendo vosotros.
Todos negamos haber empujado el vaso y volvimos a rozarlo con las yemas de los dedos.
El vaso seguía sin moverse, ante lo cual, Coral decidió levantarse de la mesa
- Vale, vale, no hay problema. Yo os miro
Al momento el vidrio empezó a moverse de nuevo
- ¿Estás muerto?
- Si
- ¿Qué quieres?
- Necesito luz
- ¿En que año falleciste?
- 1980
Nos quedamos bastante perplejos por que estábamos en 1981
- ¿De que has muerto?
- Me mataron
La velocidad a la que se movía el vaso era totalmente inusual. Era como si tuviese prisa por contar lo que tenia que decir.
- ¿Cómo te mataron?
- Con heroína adulterada
Continuara
He reescrito este texto que fue un de los primeros publicados en Requiem por un Postre
Imagenes tomadas de Google