domingo, 11 de octubre de 2009

TRABAJO NOCTURNO




Caminaba lentamente de regreso hacia su casa. La noche había caído unas horas antes sobre la ciudad, y las calles por las que transitaba aparecían casi desiertas.

Prefería regresar caminando, a pesar de lo intempestivo de la hora.
Le gustaba la noche.
La sala de juego donde trabajaba cerró sus puertas a las tres y media de la madrugada, se cambió de ropa y declinó una invitación de sus compañeros para ir a tomar una copa.
Era un sábado del invierno de 1990. Había sido una jornada dura.
Tenía un trayecto de 30 minutos hasta su casa y hacía frío. Con un gesto involuntario se levantó las solapas del abrigo y aligeró el paso. Estaba deseando llegar.
Una vez en casa, se cambió de ropa y dobló cuidadosamente la que se había quitado. Fue a la cocina, se preparó un café y mientras se enfriaba se dirigió a la habitación que hacía de estudio. Tenía unos diez metros cuadrados. En una pared había una librería repleta de libros que estuvieron bien colocados mientras hubo suficiente espacio para ellos. Ahora no, ahora los libros se amontonaban llenando los huecos que había, sin orden ni concierto. Fue hasta su mesa y encendió el ordenador.
Mientras, se fue a recoger el café que había dejado enfriándose. Buscó el procesador de textos y apareció la pantalla con la representación de una hoja de papel en blanco.
Empezó a escribir, sin saber muy bien lo que le empujaba a ello. Necesitaba plasmar en algún sitio todo lo que sentía y no podía contarle a nadie. Y esa, era una buena herramienta para hacerlo. No tenía amigos, y aunque los hubiera tenido, no podían ayudarle. Sus sentimientos, frustraciones, desde hacía años, se las guardaba para si mismo. No creía ni en psicólogos, ni en terapias. Nadie mejor que él conocía sus problemas.
Estuvo escribiendo durante dos horas, hasta que el sueño empezó a ganar la batalla. Guardó el fichero, lo llamó “Mi otro yo” y apagó el ordenador.
Se sentía un poco mejor que antes, parecía que le hubiesen quitado parte de la carga que llevaba encima y se prometió a si mismo continuar al día siguiente.
Las primeras luces del alba intentaban entrar a través de los huecos de la persiana de su habitación.
Vio la silueta de su mujer, dormida, respirando pausadamente y se acostó a su lado. Puso una mano en su cadera y notó el suave tacto de su piel. La acarició esperando su reacción, pero esta no llegó.
No la despertó por que sabía que estaba despierta. Desde hacía cinco años, apenas hacían el amor.
Se movió hacia el otro lado de la cama y empezó a masturbarse lentamente
H. Chinaski

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues me ha encantado: tu forma de narrar, el ambiente acogedor del estudio contrastado con el frío y la oscuridad de la calle; los libros, el pc,... Ahora, aunque tengamos amigos, también tenemos un blog...

Besos

Shinta dijo...

Una descripción exquisita...
tanto,
que sentía frio en mi interior.

Creo que este relato merece una Part Two. No puede quedar así.

Feliz día del Pilar, por la parte que te toca.

 Mayte dijo...

Real y contundente...estoy de acuerdo con shinta, la segunda parte...pero con la visión de ella, sería estupenda, me gustan mucho las historias así.

Un bikiño!

... dijo...

El destino tal vez quiso que alguien cercano nos uniese, gracias a ello hoy leo un relato excelente.

Feliz dia de Aragon, besos de una leal

dcarry3 dijo...

Que triste es cuando el amor se vuelve costumbre, o simplemente compañía, lo triste, solo y desesperado que te puedes llegar a sentir, cuando es un vacío lo que tienes en tu propio hogar.
Es agradable poder leer estos sentimientos muy bien expresados.

Muchos besos,

Dcarry

© Capri dijo...


Vaya don sencillo, escribe de fabula, ya sabia yo que era flasa modestia..... :)

Un blog es un diario donde podemos expresarnos libremente, buscar respuestas, lanzarlas al aire, gritar que estas contento o que pasas x una mala racha.

Una hoja en blanco, virtual si, pero una hoja en blanco que uno llena de su propia esencia.

Violeta dijo...

Que forma tan grafica de describir tu relato..me ha parecido tan real y tan triste que me quedo con la incógnita de saber si ese comienzo de su página en el procesador tuvo una continuidad que le cambiara la vida..me encantó asomarme a tu ventana de nuevo..gracias por tus palabras y por tu compañia.