viernes, 21 de mayo de 2010

EL PANICO (Re)

Me equivoque de post al republicar. Os pido disculpas. El que viene a continuación es el que debía de haber sido publicado.

 

Le gustaba ir a visitar a sus abuelos. Vivian a mas de 100 km y eso implicaba estar unos días fuera de casa y de la rutina habitual.
Tenia a su hermana y a sus primos para pasar el día jugando sin el consabido “estaros quietos”.
Sus padres eran estrictos en la forma de impartir la “educación”. Había que saber lo que era correcto y lo que no, lo que estaba bien y lo que estaba mal y eran inflexibles en lo que se refería a la comida.
No se si de forma consciente o inconsciente, pero querían demostrar que la gente de la ciudad, tenia mejores modales que la del pueblo.

Noche cerrada. La hora de la cena.

La casa era como la mayoría de las casas rurales. Para acceder a la vivienda se subía un considerable tramo de escaleras, que daban acceso a un enorme salón comedor, en cuyo centro se encontraba una mesa de tamaño proporcional al del salón.
La decoración era la típica de los años 60. Muebles recargados y una lámpara colgaba del techo proporcionando escasa iluminación, a pesar de su tamaño.

Era muy niño para comprenderlo.
Las amenazas comenzaron a debilitar su confianza, pero a pesar de ellas se mantuvo firme. No creía que fuesen capaces.


La entreplanta de la casa era poco mas que un hall distribuidor hacia la vivienda y el sótano.
El sótano daba paso a un corral, donde gallinas, conejos y algún que otro animal paseaban nerviosos en sus jaulas, inquietos por la presencia humana. Al fondo del corral había un cubículo, grande que siempre tenia la puerta cerrada y de donde se podían escuchar gruñidos extraños. A veces jugaba allí con su hermana y sus primos, molestando a los animales, pero teniendo sumo cuidado de no acercarse a ese misterioso zulo.
Lo hicieron una vez por error y los gruñidos se transformaron en chillidos agudos que les hicieron salir corriendo despavoridos.
A veces estaba presente cuando sus tíos le preparaban la comida al monstruo y en una de esas ocasiones le contaron que cuando no había nada para darle de comer, a veces desaparecían niños que andaban solos por el pueblo y ya no se volvía a saber de ellos.



Bajó las escaleras a trompicones, arrastrado por la mano paterna. En sus intentos por escapar, se agarraba a lo que podía y acabó con la mano desollada.
De poco sirvieron sus gritos y sollozos.
Cuando llegó al sótano, su mente empezó a visualizar al monstruo. Vio sus afiladas garras ensangrentadas, sus fauces devorando porciones de carne y hueso que producían un desagradable sonido al fracturarlos, pero lo que más le impresionó fueron sus ojos, de color amarillo y que, a pesar de la oscuridad, eran perfectamente visibles.

Un padre inflexible, que parecía sordo ante los desgarradores gritos del niño, continuaba aproximándolo hacia lo desconocido.

El solo pensaba en gritar y prometió no hacerlo nunca más. Hubiese prometido cualquier cosa antes que continuar. Llamaba a su madre con total desesperación, pero nadie respondió a sus gritos
La puerta era de madera vieja. Crujió ostensiblemente al abrirla y la escasa luz que proporcionaba la luna dio paso a la más absoluta oscuridad cuando su padre lo metió dentro.
Permaneció inmóvil , esperando.
El miedo le paralizó y le hizo enmudecer.

Al cabo de unos segundos, la puerta se volvió a abrir y las mismas manos que le habían metido lo sacaron nuevamente al exterior.


Tenía siete años

Fue la primera vez que supe lo que era el pánico.

Jamás olvidare esa sensación.

La causa……..una simple tortilla que me negué a comer.



Un libro


Carta al Padre de Franz Kafka

Compré este libro a los 24 años y me vi reflejado en el en muchos aspectos


Querido Padre:
No hace mucho me preguntaste porque digo que te tengo miedo. Como de costumbre, no supe que contestarte; en parte porque en la explicación de dicho miedo, intervienen demasiados pormenores para poder exponerlos con mediana consistencia. Y si, con esta carta, intento contestar a tu pregunta por escrito, lo hare sin duda de un modo muy incompleto, porque, aun escribiendo, el miedo y sus consecuencias me atenazan al pensar en ti, y porque las dimensiones de la materia, exceden con mucho los limites de mi memoria y de mi entendimiento.
A ti la cosa siempre se te ha antojado muy sencilla; al menos por la forma en que has hablado de ella delante de mi y, sin discriminación, delante de otras muchas personas.
La veías mas o menos así: durante toda tu vida has trabajado duro, lo has sacrificado todo por tus hijos, especialmente por mi; en consecuencia, yo he vivido con todas las comodidades, he tenido plena libertad para estudiar lo que quisiera, no he tenido que preocuparme por mi alimento……………..

Comienzo de Carta al Padre de Franz Kafka

25 comentarios:

© Capri dijo...

Si quieres llamame tonta, pero hay lecturas que me paralizan. Hoy la tuya me supera. Tengo que masticar tus palabras.

Cuando las logre asimilar te diré algo.


Únicamente espero que este relato, solo tenga de real la tortilla de patatas.


Un besito.

H. Chinaski dijo...

Capri
Mastica despacio que te puedes atragantar :P
Lamento decepcionarte, era tortilla francesa y es verídico en un 99,9%

Espero que tu recuperación vaya bien
Besos Maria

© Capri dijo...

Upsssss

Perdone usted!

Asocié

Campo con patatas

Y cerdos con encaldada

Resultado:

Tortilla de patatas

Gracias Carlos, de nuevo lo consigues me has hecho sonreir despues haberme quedado muda.

¡ y te juro por Snoopy que es dificil hacerme callar!

MORGANA dijo...

¡¡Me cachis!!..y sin poder abrir la boca.
Lo prometí,aunque me quedé muda.
besos

Anónimo dijo...

Yo me he quedado muda y no sé que decir.
Te deseo un buen fin de semana.
Besos

H. Chinaski dijo...

Morgana
Efectivamente
Estas en cuarentena, asi que no puedes hablar

Gracias por venir
Un beso

H. Chinaski dijo...

anamorgana
Lo mejor cuando no se sabe que decir es no decir nada
Buen fin de semana para ti tambien
Besos y gracias

Pesadillas de Papel dijo...

Excelente amigo.

Esa carta de Kafka es muy buena. La he leído en muchas oportunidades.

Abrazos.

Food and Drugs dijo...

Tu relato plantea la eterna disyuntiva de si es bueno que se eduque a los niños en el respeto (o miedo) a lo desconocido, o en su desprecio.
Lo segundo debería en teoría favorecer la seguridad en uno mismo en la edad adulta, pero también arruina la imaginación y a la larga genera insatisfacción permanente.
Por otra parte el niño, y más que nada el adolescente, se hacen más proclives a los vicios y a las malas compañías.
Supongo, que como en todo, la clave está en encontrar el término medio.
Saludos
:-)

 Mayte dijo...

La imagen del niño es paralizante, junto a tu relato que si que lo recuerdo...estremece.

Un biko grande y bonito inicio de semana!

Anónimo dijo...

Que historia, y todo por una tortilla.

Las complicaciones de ser niños, de no entender el mundo que les rodea y no ser capaces de separar lo real de lo imaginario. Y se supone que nuestros padres debieron de habernos transmitido esa tranquilidad, o seguridad, Vaya!... la confianza para superar todo eso, con cariño, con paciencia.

Pero no siempre es así ¿verdad?

Las imágenes son espléndidas, el primero rostro la inocencia más pura que refleja en sí mismo lo que has querido transmitirnos y la segunda ¡¡¡Vaya susto!!!

No he leído ese libro, lo confieso. Me interesa :)

Un abrazo

Shinta dijo...

Uf, ya me acuerdo cuando lo lei, todavía me estremece...

Alís dijo...

No sé si escribirlo te habrá ayudado. Espero que sí. Aunque en realidad, tampoco sé si esa experiencia es sólo un mal recuerdo o llegó a convertirse en trauma. Méritos hace la historia para serlo.
¡Qué difícil es encontrar el término medio para educar a los hijos! La visión que como hijos tenemos de qué hubiera sido correcto es a menudo muy diferente a la visión que tenemos como padres.
Me impactó la historia.
Te doy un fuerte abrazo. Más que al que eres ahora, al niño que eras entonces.
Besos

H. Chinaski dijo...

Ricardo
Gracias amigo
Coincidimos con el libro de Kafka. Es un buen referente

Un abrazo

H. Chinaski dijo...

Food and Drugs
La educacion de un niño siempre esta condicionada a lo que sus padre quieran hacer de el.
Intentamos no cometer los mismos errores que pensamos que cometieron con nosotros, pero eso habría que preguntárselo a ellos al cabo de unos años.
Siempre he querido creer que si se siembra, algo queda, y el termino medio, siendo el mas logico es el mas dificil de conseguir.

Saludos

H. Chinaski dijo...

Mayte
La imagen del niño me parecio muy adecuada para lo que queria reflejar.
Gracias por recordarlo y por volver a comentarlo

Besos y buena semana

H. Chinaski dijo...

Marlene
La tortilla fue, probablemente la representacion de frustraciones que nunca comprendi.
Me alegra que te gustasen las imagenes :)
El libro te lo recomiendo encarecidamente

Un abrazo

H. Chinaski dijo...

Shinta
Gracias por recordarlo y volver a comentarlo

Besos

H. Chinaski dijo...

Alis
Me ayudo y mucho.
Era un recuerdo maldito. Quedo grabado a fuego en mi mente infantil.
¿Me traumatizo? No lo se. ¿como se puede llegar a saber eso? Con los años todo se relativiza y no se ve igual. Se que aunque estuviese equivocado, el fin era bueno pero los medios no lo justificaban.
Lo que queda del niño en mi, recibe ese abrazo con cariño y te lo agradece, amiga.

Besos

irene dijo...

Se me ha quedado el corazón en un puño, me parece una crueldad esa forma de educar, no creo que sea tan importante una tortilla, seguro que de mayor se comerá cientos.
Estaba pensando..., no sé de dónde vengo.
Besos.

irene dijo...

Ya sé, de Alijodos.
¡Qué penita me da ver la cara de ese niño!
Un beso, Chinaski

cleopatra dijo...

Ufff.

Y si de niños somos de plastilina...

Un abrazo a tu corazón.

MORGANA dijo...

Vayamos por partes Chinaski.
-Este regalo es mi mundo.
-En mi mundo no hay chupasangres que te dejan sin un euro.
-Tampoco políticos corruptos y débiles a la hora de decidir cosas.
-Siempre habrá terreno para todos,ya que mi mundo es interminable.
-Si hay desacuerdos a la hora de la partición,no será problema mío,sino vuestro,así sabré de vuestra calidad humana.
-Los gastos de construcción corren de vuestra cuenta.
Para finalizar,en mi mundo no existe el dolor,ni elhambre,ni las guerras,por eso es mi mundo.
Ainsss...pensé que no acababa...si tienes alguna duda consúltalo en horarios de oficina.
Besazos y disfrútalo,Carlos.

Escribir es seducir dijo...

AMIGO CHINASKI COMO ME TIENE ACOSTUMBRADA SUS RELATOS SON MARAVILLOSOS
UN PLACER VOLVER A LEERLO

SALUDOS.

EN MONTEVIDEO LO TUVE MUY PRESENTE YA QUE EN UNA CLASE DE GUION A LA QUE ASISTI ME RECOMENDARON LEER A CHINASKI AL QUE LE DEBE EL NOMBRE
SALUDOS

Rochies dijo...

Amiguito Chinaski,
VEO QUE TENGO MUCHO PARA LEER, las vacaciones fueron totales, y ahora partimos a Patagonia el 12. Me sentaré con su blog como corresponde ser leído, osea impreso.
Y yo que me amoblé otra nueva casa, pero no me mudo, eh? y quería que participe desde allá:

VENGA A MI NUEVA CASITA A SUMARSE AUNQUE SEA A LA DISTANCIA:

http://delaberintosydeespejos.blogspot.com/