sábado, 26 de junio de 2010

CIERZO




Cierzo que traes llanto
Provocas  furia
Desafías la cordura
Ríes  el desencanto

Cierzo que alteras el ser
Empujas y empujas
Arrastras  el padecer
Llévate esta angustia
No la dejes crecer

Cierzo confesor
Presenciaste la agonía
Fuiste  testigo
Testigo del dolor

Cierzo traicionero
Camelas, engañas
Clavas mil agujas
Como un chamarilero



Cierzo meloso
Acaricias los sentidos
Endulzas la tristeza
La conviertes en algo hermoso

Cierzo ladrón
Robas lágrimas
Igual que una mujer
Roba el corazón

Eres viento
Eres canción
Te siento mío
Indestructible bastión






Fotografias de Javier Fuentes y Lygeum

domingo, 20 de junio de 2010

OTRA VEZ LA MOSCA



En el anterior post dije que iba a tardar un tiempo en volver a publicar
Rompo el compromiso, por que lo ocurrido en las ultimas semanas lo merece
Estoy seguro de que a ninguno nos gustaria que nos ocurriesen estas cosas, aunque no nos quiten el sueño.
Es una cuestion de principios.


Alguien, a quien no se el calificativo que darle, vuelve a “jugar” a  ser el mas  pirata de los piratas, solo que esta vez la travesura ha pasado a delito.
No hace mucho tiempo, una vez mas, le toco el turno a Capri, que ya esta harta de que le copien los post y le plagien los blogs con la mas absoluta impunidad y , generalmente, con el encogimiento de hombros de Blogger y Google
Ahora le ha tocado el turno  a Pasión, que tambien lo habia sufrido ya, y su blog con mas de 600 seguidores ha sido hakeado, robando el contenido del mismo y, lo que es mas grave, su cuenta de correo, y eso es un delito hasta en Chiquitistan.



 Una neurótica obsesivo compulsiva, que se hace llamar @Ariadna, y con pocas cosas que hacer se siente la diosa del bite y la tiene tomada con algunas personas.
Lo realmente triste y cabreante es ver lo fácil que puede resultar intentar joder a alguien, y digo intentar, por que no jode quien quiere sino quien puede, y para su desgracia no consigue el efecto deseado.  Por poner un símil es como la molestia que produce una mosca cuando revolotea a tu alrededor.

Lo que resulta digno de estudio es el mecanismo que puede llevar a alguien a invertir su tiempo  y su neurona (no hay mas) en acciones como esta, sin obtener ningún beneficio a cambio salvo la supuesta e imaginada satisfacción de pensar que a la persona afectada le va a molestar lo que hace.

Es tan cutre y tan pobre que no cabe pensar que quien lo haga sea normal, pero sin embargo tiene suficientes conocimientos de informática como para hacerlo.

Quizás sea un trauma de la infancia,  quizás tenga algún primo pirata en Somalia, o su frustración como piratilla al no ser capaz de acometer empresas de mayor envergadura como la NASA, la CIA u otras, le lleva al difícil arte del copy/paste (copia y pega) de un sencillo blog. Acción  que esta al alcance de muy pocos, como ya es sabido.







En cualquier caso, yo en su lugar, me lo haría mirar por un profesional

¡ Cuanto aprendiz de Jack  Sparrow anda suelto ¡


domingo, 13 de junio de 2010

NEFERTARI, LA REINA



            Siempre le gustaron los atardeceres de su país, cuando Ra dejaba de castigar a sus súbditos  con su insoportable legado de calor.
Desde  las terrazas de palacio, veía como su adorado dios escondía su ira perpetua para dejar sus dominios a los temidos Nebet-Het y Sokar, señores  de la oscuridad.
Reflexionaba envuelta en vaporosa seda, que dejaba entrever un cuerpo todavía esbelto, a pesar de su edad.
Seis hijos, dio a su amado, y ninguno había sobrevivido. Alguno de ellos hubiese sido el sucesor, la siguiente divinidad viva de la dinastía. De nada sirvieron  los sacrificios a  Mesjenet protectora de la maternidad y de la infancia.



Sabia que  Ramses no se vio muy afectado. Sus mas de cien hijos, concebidos con las esposas reales y  concubinas, colmaban  con creces sus ansias de descendencia y garantizaban la continuidad de la Dinastía. Pero ella no pudo recuperarse de las sucesivas muertes de sus vástagos.
Nefertari, tenia a bien haber sido la primera esposa, la favorita y la mas querida por su Faraón, Ramses II.
Recordaba su matrimonio, antes de subir al trono, cuando Ramses tenia diecisiete años y un harén desde los diez. La amaba pero en paralelo tomo otra esposa, Isetnefret. Ambas le dieron hijos en pocos años
Sus ojos estaban ajados de derramar  lágrimas por tener que compartir a su esposo. Acataba la tradición, pero no le gustaba.
A pesar de ser la favorita, cada nueva esposa que  tomaba el Faraón, le producía una extraña desazón.
Le ocurrió cuando Ramses decidió casarse con su propia hermana, Hentmire, para mantener la pureza de la sangre según la tradición.
 O cuando se caso con dos de sus propias hijas, Merytamon, hija de ambos y Bentanat, hija de Isetnefret, con los mismos argumentos.
Pero el Faraón era un dios vivo, y a un Dios se le adora, no se le cuestionan sus acciones.
A pesar de eso, tenia la obligación de sentirse satisfecha.
Su marido había mandado construirse estatuas  en las que ella también aparecía, algo totalmente inusual.



Hizo construir un templo, para ella y la diosa Hathor, en la ciudad de Abu Simbel, aunque sabia que en el momento del viaje no estaría terminado. Fue la primera Reina que tuvo ese honor
Entre ellos se estableció, con el paso de los años una complicidad basada en el cariño que  sentían. La dulzura de la Reina ayudaba a que el lado humano del  Faraón siguiese subyugado.  
Presentía cerca su final. Quizás por eso le invadía la melancolía con tanta frecuencia y su carácter empezaba a cambiar.
El lo había notado y le preguntaba frecuentemente si estaba enferma. Hizo que sus médicos la mirasen muchas  veces contra su voluntad, pero acataba pacientemente los deseos de su amado.
Nunca fueron capaces de  encontrar ninguna dolencia que justificase su estado de animo.
Se fue apagando lentamente, como una vela a la que se le agota el pabilo. No era capaz de soportar la pena que le atenazaba las entrañas.
Sabia que moría de soledad  
Habían sido mas de  veinticinco años al lado de Ramses.
Veinticinco años en los que, por amor vivió en una jaula de oro, como las palomas que diariamente soltaba añorando una libertad que nunca poseyó.




Su luz se apagó en el año veinticuatro  de reinado de Ramses II El Grande y fue enterrada en una gran tumba en el Valle de las Reinas, como merecía según su condición.


miércoles, 2 de junio de 2010

LA OUIJA ( Y II )



Antes de darnos tiempo a formular la siguiente pregunta comenzó a moverse otra vez hasta que formó una nueva frase

- Avisad a Josita
En ese momento vi como Carmen empezaba a palidecer mientras todos nos preguntábamos

- ¿Quién es Josita?
Pero la pregunta no iba dirigida al ente sino que se había formulado como un comentario entre nosotros.
El vaso empezó a moverse, habiendo un único  dedo que lo rozase, a la misma velocidad que antes y en algunos instantes, ese dedo no era capaz de seguirlo.
La respuesta provocó un grito de exclamación de Carmen que nos asustó a todos

- Es mi hermana
La única mano que mantenía el contacto se retiró y el vaso paro su movimiento.  Preguntamos a Carmen el motivo del grito.

Al principio, Carmen no había caído en la cuenta de que conocía al “ente” que se nos manifestó, pero al escuchar el año de su muerte y la petición de avisar a su hermana lo recordó.

Santi era un joven de 24 años, de familia acomodada, que tuvo la desgracia de caer en el mundo de la droga. Habitual de la noche zaragozana. Tenía una hermana, Josita. Era conocida de Carmen.
Frecuentaba un restaurante vegetariano llamado “La Calabaza”, donde encontraba a los proveedores de la heroína que necesitaba consumir cada día.
Una mañana su madre lo encontró muerto en su cama. La noticia corrió como la pólvora. Los medios de comunicación locales se hicieron eco. Y, realizada la autopsia, el diagnóstico fue muerte por sobredosis de heroina.
En el entorno mas allegado de su familia, se comentó que quería salir de ese mundo. Estaba trabajando con la policía para “cazar” a sus suministradores.

Después de contarnos la historia y con los nervios a flor de piel, retomamos la sesión.
Le preguntamos quien le había suministrado la droga y nos dio dos nombres que Carmen conocía, relacionados con ese entorno.

Volvimos a preguntar

- ¿Cómo avisamos a Josita?
- Llamadla por teléfono a mi casa
- No sabemos el número
El vaso empezó a dirigirse hacia los números que estaban en la mesa y a medida que los señalaba, los íbamos anotando.
Ninguno nos atrevíamos a marcar ese numero de teléfono, pero todos queríamos saber si era cierto.
Por fin, Juan se decidió y empezó a marcar.
Antes de que respondiesen a la llamada, el vaso se empezó a mover de nuevo escribiendo

- No está en casa, está con mi abuela.
Contestó su madre y confirmó lo que nos acababa de marcar el vaso.
Entonces fuimos todos los que nos asustamos.
Después de un tiempo recuperamos la compostura y reanudamos la sesión una vez más. No podíamos quedarnos así.
Le preguntamos nuevamente lo que quería y volvió a contestar

- Necesito luz, más luz
Ninguno sabíamos lo que eso significaba, pero yo había leído que el grado de “felicidad”  de un ente de ese tipo va en función de la “luz” que tenía
- ¿y que podemos hacer para que tengas mas luz?
- Hacedme misas y que mi familia este presente.

Mantuvimos un tiempo más las preguntas y cuando llevábamos más de cuatro horas de sesión decidimos despedirnos. Pero antes le hicimos la pregunta equivocada. La que no debimos haber formulado por las consecuencias que nos trajo. Más tarde iríamos pagando uno a uno.



- ¿quieres que nos volvamos a reunir?
- Si. El día 7 del próximo mes.
Nos despedimos y el terminó escribiendo

- C I A O
Permanecimos un poco absortos intentando saber lo que estaba diciendo…. Hasta que Carmen cayo en la cuenta de que cuando vivía siempre se despedía diciendo Ciao (adiós en italiano)

La sesión terminó. Charlamos un poco sobre los acontecimientos y lo cierto es que todos teníamos un animo bastante jovial. Nos sentíamos bien.
Fui a llevar a Marta y a Carmen a sus casas dado las horas que eran. Cuando bajamos al garaje a medida que nos acercábamos a mi coche, vi otro coche aparcado al lado, que no era conocido y en un sitio donde no debía estar, con tres personas dentro y una pinta que no me gusto nada.
No quise decir nada a las chicas para no asustarlas, pero yo me asusté.
Abrí las puertas, nos metimos dentro y puse los seguros saliendo de allí a toda velocidad.
Al volver a casa opté por aparcar en la calle
Al día siguiente me enteré de que habían robado y destrozado en cinco coches del garaje.
¿Tuvimos suerte o alguien nos ayudó?
Pasaron las semanas y como no éramos un grupo que nos reuniésemos habitualmente, cada uno estaba en sus cosas.
Mi hermana y Juan estudiando en Barcelona, a la novia de Juan tardamos mucho en volver a verla, Carmen, Marta y yo en nuestros respectivos trabajos en Zaragoza.

Llegó el verano y no nos habíamos vuelto a reunir. De vez en cuando lo comentábamos, pero sin muchas ganas de hacerlo. Tampoco le hicimos ninguna misa a Santi, tal y como nos pidió. Ni, por supuesto se lo había contado nadie a su familia. A ver como se cuenta una cosa así.

Mi hermana Rebeca y Juan se quedaban, junto con otros compañeros de facultad, en un piso de las Ramblas que habían alquilado ese año. Algunas noches, mientras estaban estudiando, empezaron a notar que tenían compañía, aunque esta no se dejaba ver. El volumen de la música subía y bajaba solo repetidas veces. Una bombilla de una lámpara permaneció encendida durante 48 horas sin que se pudiese desconectar del interruptor y cuando intentaron quitarla de la lámpara para que se apagase de una vez, la bombilla estaba fría.
En fin, pequeñas anécdotas……….. Excepto una.
Un anoche decidieron hacer entre los tres que estaban una sesión de ouija.
Todo fue normal hasta que el vaso le dijo a Juan que fuese a uno de los dormitorios de la casa, que no usaba nadie. Fue allí y cerró la puerta.
Transcurrido un tiempo, mi hermana empezó a mosquearse. Lo llamaron pero no obtuvieron respuesta. Se levantaron y fueron hacia la habitación. Cuando llegaron a la puerta, oyeron unos extraños sonidos que salían de la habitación y abrieron la puerta. Lo que vieron les dejó helados y de momento no supieron que hacer.
Juan estaba tumbado en la cama, con evidentes signos de estar ahogándose y con sus manos intentando zafarse de lo que le oprimía el cuello, que era……..nada.
Cuando reaccionaron se acercaron a la cama intentando ayudarle pero les resultaba imposible por que no había nada visible que provocase esa situación.
Ante la impotencia de ver como su amigo empezaba a ponerse cianótico por la falta de oxígeno, solo se les ocurrió arrodillarse y ponerse a rezar.

Poco a poco la cara de Juan fue recobrando su color habitual. Cuando estuvo algo recuperado, lo levantaron y salieron corriendo de la casa.
Pasaron la noche sentados en el suelo, en la calle, frente al portal de su casa, hasta que amaneció, sin atreverse a subir de nuevo al piso.
Comentaron dos cosas.
Les sorprendió cuando alquilaron la vivienda que había distribuidas por todas las habitaciones imágenes religiosas.
La segunda es que era un día 7

Carmen, permaneció ingresada ese verano en un centro hospitalario bastantes días…. por la reacción de una aspirina. Estaba cansada de tomar aspirinas y nunca le habían sentado mal. Al parecer también le ocurrió un día 7

Yo en esa época trabajaba en una industria haciendo turno nocturno.
En una zona de una línea de producción en la que no había nadie, vi que se estaba produciendo un problema en una máquina que estaba elevada a 4 metros de altura.
Para intentar resolverlo, en lugar de pedir ayuda tomé una escalera, la apoyé en una pared y subí a ver lo que ocurría. Al llegar al extremo final de la escalera, a esos cuatro metros, ocurrió algo que es físicamente imposible. La escalera comenzó a caer…… pero hacia atrás
No se escurrió por la pared, sino que, como si algo hubiese tirado de ella vi como empezaba a caerme de espaldas.
Tuve suerte y “solo” me rompí la clavícula.
También ocurrió un día 7



Después de todos esos acontecimientos, decidimos hablar del tema.
Optamos por pedir unos oficios religiosos.
Carmen habló con la familia de Santi (Supongo que les diría que se iba a celebrar alguna misa en su memoria pero nada más) y también asistieron

Unos días más tarde nos volvimos a reunir para hacer una nueva sesión
Volvió a aparecer Santi.
Confirmó haber tenido algo que ver con los accidentes, ya que no habíamos cumplido con nuestra promesa.
Dijo que lo hacía a modo de recordatorio.
Que ya tenía lo que pedía

Cinco años más tarde.
No habíamos vuelto a repetir la experiencia
Nueva casa.
Nuevos amigos conocidos en un viaje
Mi pareja, la otra pareja y yo
Nueva sesión de ouija en una sobremesa, para pasar el rato.

- ¿Quién eres?
- Santi
Recogimos el tablero y nos fuimos a tomar algo a la calle.

No he vuelto a intentarlo

FIN

Lo relatado es real. Ocurrió tal y como se ha descrito.
Los nombres se han cambiado
Imagenes tomadas de Google